Ha sido todo un reto para mí, puesto que estaba un poco pez en la materia. Pero puse todo mi empeño para que quedara lo más guapa posible ya que era para Noemí, una súper fan de esta gatita, y quería que se llevara una gran sorpresa. Por la cara que puso cuando vio la tarta, creo que el objetivo se cumplió con creces.
El bizcocho que utilicé esta vez también era de chocolate, pero el de esta tarta era más compacto que el de la MartiTarta de Mickey y por tanto, más apropiado para usarlo con el fondant. Para humedecer el bizcocho preparé un almíbar de canela y limón ( esta vez no usé licor porque era una tarta para niños). Y el relleno era de mousse de chocolate. La decoración era de fondant de nubes y la carita de Kitty eran dos moritas negras como los ojos, una bolita amarilla de gominola como la nariz y trocitos de regaliz negro que hacían de bigotillos.
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